Hugo Leicht. Foto: Especial
Nacido en Hamburgo, Alemania, el 27 de agosto de 1881, el doctor en Letras, Hugo Leicht fue todo un apasionado de la historia de Puebla. A propósito del aniversario 492 de la fundación de esta ciudad colonial, en Tendencias Puebla sabemos que es un excelente momento para recordarlo, ya que su obra significa una importante documentación de los hechos históricos que marcaron a la Angelópolis.
Quizá has escuchado hablar sobre Las Calles de Puebla, la obra más emblemática de Hugo Leicht, que refleja su meticulosa labor de investigación y documentación cartográfica. Se trata de un cuidadoso recuento sobre las calles, los edificios y monumentos de la bella Puebla.
De acuerdo con los historiadores locales, se sabe que Leicht se estableció en Puebla entre 1918 ó 1920 y era parte de la plantilla laboral del denominado Colegio Alemán, donde impartió idiomas. Vivía en el Barrio de Santiago, a la altura de la 11 poniente, presumiblemente con su madre. Años más tarde, sus circunstancias lo llevaron a explotar su faceta como investigador.
Los expertos aseguran que Leicht hizo un trabajo excepcional resumiendo los primeros 400 años de la historia de Puebla en la referida obra y es que habla a detalle de cada calle que forma parte de la ciudad; su capacidad de resumir es lo que más agradecen los estudiosos.
Algo que se halaga de Leicht es que sus citas coinciden con los documentos que forman parte del Archivo Municipal de Puebla, sí, él no hacía copy como hoy casi todos en el mundo de la era digital.
Y ¿cómo o por qué Hugo Leicht se interesó tanto en Puebla?
Pues porque vivió alrededor de 20 años aquí y se dice que tuvo un profundo aprecio por todo lo que la ciudad representaba en su vida, además notó que realmente no había ninguna obra seria que hablara sobre el tema, así que acudió a la Biblioteca Palafoxiana para recabar datos y manuscritos, todo tipo de referencias; también consultó mapas, viejos documentos que amigos de amigos poseían.
También se sabe que contó con el respaldo de intelectuales de la época para poder consolidar su investigación.
Hacia 1939 decidió volver a Alemania para trabajar en la universidad de su ciudad natal pero oh, oh, coincidió con la invasión a Polonia, así que tuvo que exiliarse en Noruega. Pero luego lo deportaron a Alemania y fue investigado para corroborar que no tuviera relación con los nazis. Ya cuando todo se relajó participó en la reconstrucción de la Universidad de Hamburgo pero la bonanza en su vida terminó. En agosto de 1952 murió por las complicaciones que derivaron de una cirugía, quizá mal practicada, de vejiga.
Pobre Hugo Leicht, quizá jamás debió dejar Puebla.