En el Barrio del Alto está La Calle de la Muerte, conoce su historia aquí. Foto: Irvin BNB en Facebook

La Calle de la Muerte sí existe y está en Puebla. 

Debemos recordar que las calles de Puebla guardan grandes historias y muchas de ellas tienen nombres con un significado peculiar, tal es el caso de La Calle de la Muerte, ubicada a unos pasos del Centro de Convenciones William O. Jenkins y muy cerca también de Casa Aguayo, sede del gobierno del estado de Puebla. 

En la avenida 8 oriente está la placa con la frase “Calle de la Muerte» y aunque de momento puede parecer tétrica para nada tiene ninguna historia negativa. 

De acuerdo con el historiador alemán Hugo Leicht, el nombre de la Calle de la Muerte “aparece en los padrones de 1830 y 1832 y en todos los planos de la ciudad de Puebla pero en 1844 se modificó por Calle de la Capilla de la Muerte y en 1900 “calle de la buena muerte” o “costado del señor Eccehomo”. 

Leicht añade en su extraordinario libro “Las Calles de Puebla” que la capilla de la Buena Muerte se hallaba en la acera sur, que hoy es el número 1407 y en ella se veneraba la imagen de El Salvador crucificado. 

Además recuerda que la congregación comúnmente llamada de la Buena Muerte se fundó en 1648 en el templo principal de los jesuitas en Roma y fue canonizada en 1729 por la Santa Sede. Hasta aquí la referencia textual de Leicht.

Se dice que La Calle de la Muerte también fue una cofradía que ayudaba al buen morir, es decir, que las personas con enfermedades avanzadas acudían a la congregación para recibir la bendición y el último adiós.

Hoy, La Calle de la Muerte pasa desapercibida por algunos, sobre todo quienes acuden a hacer trámites cerca de ella por su proximidad con oficinas burocráticas. Pero a muchos otros les llama la atención la placa con el nombre Calle de la Muerte, justo en la esquina de un inmueble rosa mexicano que está en una peculiar y pintoresca callecita empedrada.  

Calle de la Muerte en Puebla, un sitio de añoranza para El Alto 

El Barrio del Alto es muy especial, no por nada aquí se celebró la misa de la Fundación de Puebla. 

Está documentado por historiadores que El Alto es uno de los 14 barrios más importantes, ya que el río San Francisco en esta zona fue usado como límite para dividir a la población indígena de los españoles que se asentaron en Puebla. 

Este bello lugar resguarda cultura y tradiciones. Entre lo que más destaca es que su mercado es el Pequeño Garibaldi de Puebla pues ahí se concentra un importante número de mariachis que ofrecen su servicio; encima cuenta con puestos de comida tradicional poblana cuyo sazón no encontrarás en otros lugares. En El Alto también está la Casa Aguayo, edificio del Gobierno de Puebla que en la historia reciente ha sido emblemática. 

El Alto también tiene tradiciones muy específicas, las cuadrillas de huehues forman parte del tradicional Carnaval previo a Semana Santa; otra de sus zonas características es El Calvario. 

En general, los habitantes de El Alto resguardan historias y costumbres que se han mantenido de generación en generación. Aunque la zona ha sido olvidada por autoridades, pues se nota deterioro en sus calles y fachadas, los originarios de aquí transmiten las leyendas y anécdotas que sus antepasados vivieron como en La Calle de la Muerte.

Si quieres descubrir más calles con nombres peculiares, raros o hasta chistosos, te recomendamos echarle un ojo a la obra de Hugo Leicht, quien marcó un precedente con la publicación de Las Calles de Puebla como un compendio de las principales avenidas, el origen de la traza y nomenclatura de la ciudad de Puebla de los Ángeles. 

En el Barrio del Alto, además de la Calle de la Muerte, está el Pequeño Garibaldi, cuna de los mejores mariachis de Puebla. Foto: EsImagen