Mole poblano, uno de los platillos más icónicos de la gastronomía. Fotos: EsImagen

El mole poblano es uno de los platillos más representativos del estado de Puebla, ubicado en la zona centro de México. Como todo emblema gastronómico, está rodeado de historia pero también de creencias populares.

Hay varias versiones sobre el origen del mole. Quizá la más conocida es que fue inventado por Sor Andrea de la Asunción en el siglo XVII, en la cocina del Convento de Santa Rosa, ubicado en la calle 3 norte, 1210, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla. 

Y es que ésta no es una cocina cualquiera pues está forrada en su totalidad de Talavera, catalogada también la máxima artesanía poblana. 

El Sistema de Información Cultural, señala que Santa Rosa es un inmueble barroco que fue casa de las monjas dominicas, luego fue dedicado a Santa Inés y finalmente fue consagrado en honor a Santa Rosa de Lima, la primera santa en el continente americano. 

Años después se convirtió en un hospital psiquiátrico para pacientes masculinos y hacia mitad del siglo XX fue habitado como vecindad. Para 1973 se convirtió en un museo y en 2018 fue oficialmente nombrado Museo de Arte Popular Ex Convento de Santa Rosa 

Hoy el Ex Convento de Santa Rosa está convertido en un Museo de Arte Popular y está abierto al público, así que es posible que conozcas con tus propios ojos la imponente cocina donde se inventó el mole. 

Otra leyenda cuenta que fue Fray Pascual quien creó accidentalmente el mole. Era un cocinero religioso tan nervioso y atropellado en su actuar que ante sus prisas cayó y echó por error una charola con chiles, chocolate y especias en la misma olla donde estaban hirviendo los guajolotes. 

Supuestamente ese día recibiría a Juan de Palafox y al virrey de la Nueva España, por lo que ante la presión se limitó a moler los ingredientes de la olla y el resultado fue el mole. 

Mole poblano, el origen

Sin embargo, datos publicados por el Gobierno de México señalan que hay indicios de que el mole no es del todo poblano pues existe desde la época prehispánica. 

Su nombre era mulli y era exactamente una mezcla de muchos chiles con jitomate y algunas condimentos, e incluso ya se acompañaba con carne de guajolote. 

Como parte de La Conquista, los españoles introdujeron a nuestro país especias como la pimienta, el clavo y la canela, así como nueces y semillas, por lo cual se fueron incorporando a los guisos prehispánicos. 

Aunque esta idea puede levantar varias cejas, en realidad fue esta fusión la que dio vida al mole poblano que hoy conocemos.

BONUS 

Algunos de los ingredientes imprescindibles para la elaboración del mole poblano son los chiles ancho, pasilla, mulato y chipotle, el plátano macho, las almendras, el ajonjolí, el chocolate amargo, la canela, el clavo y la pimienta, además de uva pasa y nueces o pepitas. Por supuesto que tiene ligeras variaciones entre regiones y cocinas. 

Este alimento es tan versátil que puede comerse con carne de pollo o cerdo, se puede preparar en enchiladas, chilaquiles y hasta con huevo. 

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