Elena Garro. Foto: INBAL
Puebla es cuna de grandes exponentes del arte, desde actores, cantantes, artistas plásticos y escritores. Sin duda, Elena Garro merece una mención aparte por su desbordado talento.
Elena Garro nació nada más y nada menos que en Puebla un 11 de diciembre de 1916. Sin embargo, los claroscuros de la vida frustraron su esplendor.
Como menciona la Enciclopedia de la Literatura en México, la envergadura de la contribución de Elena Garro es tal que está considerada, después de Sor Juana Inés de la Cruz, como la mejor escritora del país.
“Garro fue una mujer controvertida, contradictoria, en ocasiones frívola, pero ante todo, una genial escritora. Desafortunadamente, sus circunstancias personales, las desavenencias en el ámbito cultural y literario mexicanos, su autoexilio, las carencias económicas casi al final de su vida, sus propios actos y declaraciones le impidieron consagrarse de lleno con su compromiso literario”, señala dicha enciclopedia.
De acuerdo con la ficha del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) del Gobierno de México, en 1936 realizó estudios de letras en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. Se desempeñó como coreógrafa y actriz del Teatro de la Universidad bajo la dirección de Julio Bracho. Y en el año de 1937 contrajo matrimonio con Octavio Paz.
EL TORMENTOSO MATRIMONIO DE ELENA GARRO Y OCTAVIO PAZ
A través de biógrafos e historiadores hoy se sabe que Elena Garro fue víctima de manipulación ejercida por Octavio Paz. Cualquiera pensaría que dos genios de la escritura serían una bella pareja, inundada de letras, poesía y un amor desenfrenado pero no.
Por el contrario, fue censurada para no escribir poesía porque ese era “el terreno” de Octavio Paz. Incluso en 1947, Garro llegó a un intento de suicidio por tan infortunado matrimonio, fue en 1959 que al fin se divorciaron.
En medio de tantos celos profesionales, de infidelidades y rencores se sabe que Octavio obligó a Garro a destruir parte de sus obras.
LA IMPORTANCIA DE ELENA GARRO EN LA LITERATURA MEXICANA
Elena Garro era única, tanto así que su primera novela «Los recuerdos del porvenir» logró el Premio Xavier Villaurrutia en 1963.
Creó novelas, cuentos, obras de teatro y guiones cinematográficos. Todos con un sello insuperable que dieron otra dimensión al llamado realismo mágico.