Monte de Santa Helena y Popo, dos estratovolcanes. Fotos: Tendencias Puebla e Internet
Los presuntos hundimientos en el volcán Popocatépetl, mismos que se aclaró oficialmente son falsos, han despertado una serie de teorías por parte de internautas que han llegado a compararlo con el Monte de Santa Helena.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) indicó que no hay ninguna anomalía en el cuerpo del Popo y no se ha registrado actividad sísmica que pudiera derivar en algún tipo de hundimiento.
La institución dejó claro que las imágenes que se han viralizado en los últimos días son un “efecto visual” y por lo tanto no debe haber alarma.
Actualmente el semáforo de alerta se mantiene en Amarillo Fase 2 y aunque el Popocatépetl ha emitido exhalaciones constantes no hay una situación de emergencia. Lo que sí es imprescindible es que ninguna persona suba a él ni se acerque en un radio de 12 kilómetros.
Características del Monte de Santa Helena y el Popocatépetl
Tanto el Monte de Santa Helena como el Popocatépetl son estratovolcanes, es decir que son cónicos, de gran altura y se forman de varias capas de roca, lava y ceniza.
La altura de Santa Helena antes de la erupción estaba estimada en 2, 949 metros y actualmente es de 2,549 metros. Mientras que el Popocatépetl tiene una altura de 5,393 metros.
Otra coincidencia es que ambos forman parte del llamado Anillo de Fuego, cuya extensión es de 40 mil kilómetros, en los que se ubican decenas de volcanes activos.
La erupción del Monte de Santa Helena, ocurrida en 1980, fue uno de los eventos naturales más catastróficos, pues se dedujo que tuvo la fuerza de 500 bombas atómicas. Ubicado en el condado de Skamania, en Washington, este volcán registró terremotos durante dos meses previos a la gran explosión, lo que fue generando precisamente un tipo de hundimientos.
Por ello es que en redes sociales se ha construido un discurso -un tanto paranoide- de que el Popocatépetl también se está hundiendo en algunas partes.
Pero te repetimos que oficialmente no hay evidencias científicas ni técnicas que prueben que el terreno del volcán se ha sumido.
*Este texto pertenece a Tendencias Puebla