El Puente de Ovando servía para cruzar el río San Francisco. Foto: Gabriel Vegas
Hubo un tiempo en el que los camiones del transporte colectivo de Puebla transitaban por el icónico Puente de Ovando, ubicado en el Barrio de Analco de la ciudad de Puebla y que actualmente es exclusivamente peatonal.
Gracias a la publicación de la página Barriando Puebla podemos viajar en el tiempo y apreciar cómo es que algunas rutas como Analco-La Junta y Circuito Parral pasaban a diario realizando viajes. Esta imagen pertenece a Gabriel Vegas y data de 1950.
Asimismo, en el popular grupo Puebla Antigua fue compartida hace tiempo una fotografía del periódico El Sol de Puebla correspondiente al año 1961, donde precisamente se ven las viejas unidades “checando” sobre la 5 oriente.
Por el Puente de Ovando pasaban las líneas Analco-La Junta y Parral. Foto: El Sol de Puebla publicada en Puebla Antigua
Entre los comentarios de usuarios, muchos recuerdan con nostalgia su infancia; también rememoran cuando la 5 oriente era de doble sentido.
Si te estás preguntando dónde es o era La Junta, se refiere al cruce de la Prolongación Reforma y Esteban de Antuñano, de acuerdo con los internautas.
Puente de Ovando, la estructura para cruzar el río
Analco es uno de los barrios fundacionales de la ciudad de Puebla y su importancia histórica es crucial pues ahí vivieron los indígenas que se encargaron de edificar los primeros inmuebles del centro. De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, Analco significa “al otro lado del río” y fue el primer asentamiento a un lado del río San Francisco.
El puente de Ovando fue construido para poder cruzar el río y en parte para dividir a los indígenas de los españoles. Se dice que el origen de su nombre radica en que el regidor Agustín Ovando entregó los primeros recursos para levantar el puente y que su edificación se autorizó hacia 1769.
Varias generaciones cuentan con añoranza que el Barrio de Analco, donde aún perduran algunas vecindades era prácticamente el límite de la ciudad. En esta zona también se fundaron las primeras panaderías, donde nacieron piezas representativas de la gastronomía poblana como las cemitas, las tortas de agua y los cocoles de anís.
Actualmente pasear por Analco es un disfrute, especialmente los fines de semana que se instala su popular tianguis, donde se pueden encontrar artesanías y comida típica. Ya hasta cuenta con sus letras de colores, parecidas a las de los Pueblos Mágicos.